domingo, 10 de febrero de 2013

Es Vedra y el triángulo del silencio

Muy poca gente se puede imaginar que junto a las costas levantinas españolas se halla un area de similar fenomenología que el triangulo de las Bermudas.
Con un área de unos 30.000 kilómetros cuadrados, esta zona de forma triangular, engloba un entorno que comprende desde la desembocadura del Ebro hasta la isla mallorquina de Es Vedra y no tiene nada que envidiar a otras aéreas misteriosas del planeta.
Desapariciones, luces misteriosas, sonidos estanos y la presencia continua de OSNIS y OVNIS, es una constante que viene dándose en el triangulo desde hace mucho tiempo atrás, e, incluso, la propia isla se ha visto afectada por más de un rumor de supuesta base de OVNIS.

Historia

Pese a que existen ciertas anotaciones anteriores, podemos decir que esta zona adquirió cierto peso cuando a principios de 1976, un grupo de submarinistas profesionales escucharon unos extraños ruidos bajo las aguas englobadas dentro del triangulo.
Ese mismo año, poco después del famoso incidente de Manises, concretamente el 12 de septiembre de 1979, era fotografiado desde Soller, como un objeto luminoso emerge de las aguas a poco más de un kilómetro mar adentro.
Tras esto, salen a la luz cientos de casos en los que submarinistas aseguran haber sido testigos de extraños OSNIS sumergido, los cuales son descritos en su mayoría como objetos cilíndricos similares a tanques, así como un sinfín de extraños sonidos remarcados aun más por el extraño comportamiento de los peces de la zona.

Misteriosas desapariciones

La lista de incidentes con misteriosas luces y los famosos OSNIS no son lo único que caracteriza a esta anómala zona del planeta ya que, al igual que ocurre con sus homólogos, muchas naves han desaparecido sin dejar el menor rastro.
Curiosamente, el primer caso de desaparición constatado se remonta a la aparición en la zona del petrolero Mar Atlántico, el cual apareció en la zona totalmente desolado, sin ninguna tripulación igual que le ocurrió al buque Mary Celeste
Así mismo, una de las anomalías más rara y frecuente que se dan en la zona, es la continua desorientación de las aves que pasan por la zona, tornando su vuelo errático como si hubiera un fuerte campo electromagnético que las desorientara.
Tal vez lo más representativo de este fenómeno de desorientación lo tiene un grupo de mil palomas soltadas a doscientos veinte kilómetros mar adentro de las cuales desaparecieron todas y ninguna volvió a ser vista.
Ciertamente, muchos de los que aseguran haber visto las extrañas luces del cielo del triangulo, aseguran que las brújulas, casi como si realmente existiera una perturbación del campo magnético terrestre, eran incapaces de de marcar el Norte tronándose totalmente inservible. Huelga decir, que en condiciones normales, la zona no presenta ningún tipo de variación magnética medible.

El peñón de Es Vedra

Pero los misterios no se quedan solo en la mar, ya que existen muchas leyendas entorno al islote de Es Vedra, el cual, tal vez por simple casualidad, queda englobado dentro de uno de los vértices del triangulo.
Cargado de leyendas y testimonios que sitúan muchos de los avistamientos en la costa de este peñón, reconvertido a día de hoy en parque nacional, ciertamente su solitaria imagen cautiva a la mayor parte del turismo ibicenco.
Pero la historia de este islote se remonta mucho más atrás en el tiempo. Ya los cartagineses, le otorgaron cierto poder a la isla considerando que la isla era sagrada ya que su forma natural, casi piramidal, inspiró en este pueblo la creencia de que era la morada de la diosa Tanit, diosa del amor en la mitología cartagenera.
Así mismo, muchos le han atribuido un gran poder telúrico, similar al de Stonehenge o al de las pirámides, muy elevado y causante de las perturbaciones magnéticas. De hecho, un mito popular asegura que para poder volver a la isla, los visitantes se deben despedir de la isla tocando los tambores antes de partir.
Pese a todo, no aparecen referencias escritas a sucesos paranormales en esta isla hasta que, en el siglo XVIII, es desterrado en ella el misionero y fundador del monasterio de las Carmelitas Misioneras, Francisco Palau.
Según este, durante su estancia en las escasas cuevas de la isla, fue testigo del deambular de seres luminosos que parecían surgir de la profundidad de la isla, lucha entre luminosos ángeles y demonios e, incluso, de recurrentes apariciones marianas. Muchos, a día de hoy, aseguran que entorno a la isla, aun se dejan ver las misteriosas figuras luminosas que el fraile describió en sus obras.
Pero el misterio de esta isla aun va más allá. El citado caso Manises, curiosamente se inicia en la vertical de esta isla y muchos aseguran que sobre la vertical de la isla se suelen ocasionar avistamiento.
Esto junto a la leyenda de que la isla es un punto de energía telúrica, ha alimentado la creencia de que o bien la isla contenga una especie de base submarina extraterrestre o sea un punto de abastecimiento, similar a una gasolinera, para los OVNIS.
Otras leyendas aseguran que el islote es una parte de la perdida Atlantis, aunque los registros geológicos aseguran que el islote pertenecía al archipiélago balear se hundiera creando el actual rosario de islas.
Verdad o mentira, lo cierto es que tanto el peñón como el propio triangulo queda fuera de la ciencia moderna rodeado de un gran halo de misterio cuyas respuestas están guardadas celosamente bajo el mar y la tierra que sustentan esta área.

No hay comentarios:

Publicar un comentario