Por: Sara Muñoz. El último informe del Panel Intergubernamental sobre
el Cambio Climático (IPCC) describe cómo el cambio climático va a
afectar cada parte del mundo, y qué es lo que se puede hacer al
respecto. Para muchas regiones el IPCC solo hace unas predicciones muy
imprecisas, y en algunos casos los impactos son muy inciertos.
Aquí proponemos una aproximación a las repercusiones principales
del cambio climático para este siglo, y algunas sugerencias para
sobrellevarlas. Está basado, en parte, en versiones provisionales de los
muchos capítulos del informe, la versión final será publicada en los
próximos días.
Europa: El sur se ‘freirá’
El Mediterráneo parece ser la zona de Europa más afectada por el
Cambio Climático, ya que el IPCC espera que haya “múltiples tensiones y
quiebres sistemáticos debidas al cambio climático.”
La demanda de energía caerá en el resto de Europa, pero la
elevada necesidad de aire acondicionado alrededor del Mediterráneo
subirá los costes de energía. El turismo, una industria clave, se verá
afectado a partir del 2050, cuando los veraneantes se verán obligados a
elegir los destinos del Norte de Europa. Los incendios forestales y las
olas de calor aumentarán, los cultivos y los viñedos serán cada vez
menos productivos, la producción pesquera decrecerá y el aumento del
nivel del mar será una amenaza cada vez mayor.
Para adaptarse, la gente deberá utilizar sistemas de
refrigeración de mayor eficiencia energética para reducir la demanda de
energía; también deberá asegurar sus bienes, plantar cultivos más
variados, y construir sistemas de alerta temprana y murallas para
protegerse en caso de inundaciones.
América del Norte: Aguas más inestables
Las lluvias y las tormentas se moverán hacia el
norte, inundando las zonas más arriba de Nueva York y dejando sin agua
las zonas al sur. Los mexicanos tendrán que hacer todo lo que puedan
para preservar el agua y combatir el intenso calor.
Adaptarse a los déficits de agua no es muy difícil: la clave es
mejorar la eficiencia. Pero los excesos de inundaciones son más
problemáticos, con costes totales que se suponen que aumentarán unas
diez veces durante este siglo.
Los Estados Unidos tienen capacidad para adaptarse, pero están
teniendo problemas con la desinformación y una falta de voluntad
política. Aún así, Nueva York está en el buen camino, levantando
infraestructuras de tipo calderas en caso de inundaciones y tratando de
captar el agua de las inundaciones antes de que llegue a las
alcantarillas.
Asia: Exceso de agua, escasez de agua
El aumento del nivel del mar es el mayor problema con el que Asia
de enfrenta. A nivel mundial, la mayoría de las personas directamente
afectadas serán las del Sur y el Este de Asia.
Pero este no es el único problema. La escasez del agua afectará a
gran parte de Asia, y las elevadas temperaturas reducirán la producción
de arroz en algunas áreas por el acortamiento de la temporada de
crecimiento. La producción de alimentos en Rusia se ve particularmente
amenazada, y el IPCC estima que hasta 139 millones de personas podrían
sufrir escasez de alimentos por lo menos una vez por década a partir de
2070.
|
Los países tendrán que gestionar mejor el agua: las tecnologías
de ahorro de agua en el riego pueden ayudar. Los cultivos que hacen
frente a las altas temperaturas pueden aumentar el rendimiento hasta en
un 15%, lo que compensa la mayor parte de los casi 20% de la disminución
esperada en 2100.
Australasia: Incógnitas Extremas
Hay mucha incertidumbre sobre los impactos en Australasia, pero algunas cosas están claras.
El aumento extremo de las precipitaciones y del nivel del mar
aumentará la frecuencia de inundaciones devastadoras, como las que
afectaron Queensland en 2011. En algunas zonas la gente se tendrá que
alejar.
El calor extremo aumentará y amenazará la vida, en particular de
los enfermos y de los ancianos, y también causará más incendios
forestales.
La Gran Barrera de Coral continuará degradándose, con aguas más
cálidas y más ácidas que blanquearán más el coral, y un mayor estrés
proveniente de factores como la escorrentía agrícola.
Para afrontar todo esto, se requieren sistemas de alerta temprana
y planes de respuesta. Pero existe una gran incertidumbre sobre cómo
van a cambiar los patrones de lluvia. Puede ser mejor prepararse para lo
peor.
África: La lucha para hacer frente
El gran problema de África es la seguridad alimentaria. Los
cultivos y el ganado se verán afectados por las inundaciones, la sequía,
y los cambios en las épocas de lluvia y la temperatura, pero dónde y
cómo todo esto impactará no está muy claro todavía. También habrá más
erosión del suelo por las tormentas, además de los brotes de plagas y
enfermedades debido a las temperaturas más cálidas.
África tiene poca capacidad para adaptarse. Uno de los problemas
más urgentes es simplemente correr la voz sobre el cambio climático para
que la gente pueda tomar decisiones informadas.
Centro y Sur América: Cambio de normas
El Norte de Brasil podría perder el 22% de las precipitaciones
anuales en 2100, mientras que la región en torno a Chile podría
conseguir un aumento del 25%.
Las regiones secas se enfrentarán a la escasez de alimentos. En
el Norte de Brasil esto afectará a las personas más pobres. La
disminución de los glaciares en los Andes también amenazará el
suministro de agua para algunas personas, y aumentarán las tensiones.
El cambio climático también traerá nuevas enfermedades a muchas
áreas, incluyendo las enfermedades transmitidas por el agua como el
cólera.
Toda la región es relativamente pobre, por lo que tendrá que
luchar para adaptarse. El primer paso es la adaptación al clima actual.
Esto incluye: aliviar la pobreza, y crear sistemas de alerta temprana
para los brotes de enfermedades y el mal tiempo.
Islas pequeñas: Hundimiento y erosión
Como era de esperar, el aumento del nivel del mar es una de las
mayores amenazas para las islas pequeñas, incluidas aquellas de las
zonas tropicales, del Mediterráneo, las de fuera de África, y las de los
océanos Índico y Pacífico. El aumento de las aguas va a inundar algunas
zonas, erosionará las costas y contaminará las fuentes de agua fresca.
La construcción de diques puede tener resultados mixtos. En
Barbados, su construcción protegió los activos humanos, pero dio lugar a
más erosión en otros lugares de la costa. A veces es mejor utilizar
medidas “blandas”, como por ejemplo, el aumento de la vegetación costera
para reducir la erosión.
Si las islas están cerca de los arrecifes de coral, los
habitantes a menudo dependen de estos ecosistemas para su sustento. Los
arrecifes están ahora amenazados por los mares cálidos y la
acidificación. Pero reducir otras presiones, como la contaminación del
agua y la pesca destructiva podría ayudar.
Fuente: New scientist
No hay comentarios:
Publicar un comentario